LA EXPRESIÓN PLÁSTICA DEL NIÑO Y LA NIÑA
ENTRE 1 Y DOS AÑOS
Por Lcda. María Leonor Padrón
Existe una evolución del garabato que responde a los progresos perceptivos y motores del niño, según el Investigador E. Martínez, el dominio del trazo para la expresión plástica va de la mano con el desarrollo natural del niño y la niña según la tendencia próxima distal y céfalo caudal.
Algunas de las características de la edad de un año en el área motora es que ya controla su hombro para realizar movimiento de bombeo lo que le permite mover brazos y manos. Al realizar trazados en una superficie vertical producirá trazos verticales y si la lámina está sostenida sobre una mesa producirá trazos horizontales. A esta edad los garabatos son el resultado directo de la estructuración de su cuerpo y de la forma como puede moverlo, es decir, las actividades que realiza son simples accidentes del movimiento.
Con el crecimiento y las actividades que realiza el niño adquiere mayor control del hombro por lo que los dibujos que hace presentan pequeñas curvas y se orientan horizontal y diagonalmente. Pueden ocurrir algunos aprendizajes como:
· Descubrir que sus movimientos hacen aparecer las marcas en el papel, esto genera emoción por crear y con la experimentación desarrolla mayor habilidad.
· Sus actividades predilectas hacer figuras, rayas y marcas en forma repetitiva en una misma área.
Una vez conseguido el control del hombro la capacidad de dirigir el movimiento del brazo se extiende a la muñeca. Descubre que puede moverla hacia delante, hacia atrás y hacerla girar. Toma conciencia que puede controlar sus movimientos y desarrolla mayor habilidad que le permite aumentar su destreza en el trazado. Sus garabatos se redondean cada vez más. Sus dibujos consisten en óvalos, círculos y espirales. Esto ocurre muy cerca de los dos años.
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